martes, 22 de febrero de 2011

desconectada...

La anterior semana pase desconectada del mundo 2.0, anduve en un curso de matemáticas financieras, todo el día clases, deberes, y estudiar para la prueba del siguiente día; los primeros tres días nos daban 20 mins libres en la mañana y otros 20 en la tarde, pero los dos últimos dos días el profe se dió cuenta que el tiempo le quedaba corto por lo que nos pidió que vayamos 30 mins mas temprano a clases, se acabaron los breaks y ya se imaginaran lo pesados que fueron los últimos días uffff... encima de todo tenía compañeros que ya sabían del tema y se la pasaban hablando y dictando las respuestas de los ejercicios en un 2x3 que hacían que el profe avance hecho flash, ay! que estresante fue eso pero aún así lo logré.

Todo el estrés terminó con el examen de certificación, no pregunten como me fue porque no tengo ni idea, solo sé que respondí todo y según yo, esta bien, a ver que dicen los que califican, espero pasar y ya...

Y nada, como andaba en esa movida no he tenido el chanche leer los libros que me esperan cada noche en mi velador pero por lo menos mientras iba en el bus terminé de leer "Alicia en el país de las maravillas" y empecé "Alicia a través del espejo" y les cuento que me encanta como empieza Lewis Carrol sus historias y les comparto el inicio del segundo libro antes nombrado :).

Oh niña de frente pura
y mirada soñadora,
aunque media vida ahora
se interpone entre tú y yo,
sé que tu tierna sonrisa
acogerá con contento
y recibirás este cuento
como regalo de amor.

No veo tus claros ojos,
ni oigo tu risa de plata,
y en tu joven vida grata
ya nunca en mí pensarás…
Pero me basta que acojas
con tu rostro luminoso
mi cuento maravilloso
y lo quieras escuchar.

Es un cuento de otro tiempo:
sol veraniego brillaba
y un tintineo marcaba
el ritmo a nuestro remar…
Aún suenan en mi memoria
los ecos de su cadencia,
y ni el tiempo ni la ausencia
me los harán olvidar.

¡Ven, escucha antes que el miedo
de amargas nuevas cargado
al lecho no deseado
te reclame con su voz!
Niños grandes somos sólo,
que comienzan a inquietarse,
cuando ven aproximarse
la hora de dormir veloz.

Fuera, la nieve que ciega,
frío y viento huracanado…
Dentro, el calor codiciado
del rescoldo del hogar.
Hasta el nido de tu infancia
irá mi mágico cuento,
y las ráfagas del viento
no te podrán asustar.

Y, aunque al leer esta historia,
algún suspiro deslices,
porque huyeron “ los felices
días de verano” ya,
y, aunque su esplendor
glorioso ya se haya desvanecido,
con su soplo dolorido
al cuento no rozará.


este post lo escribí mientras escuchaba AIR (Amour, Imagination, Rêve.)
pf.

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