No quería almorzar sola, les pregunte a mis compañeras del trabajo a ver si alguna quería almorzar conmigo pero nadie podía todas estaban invitadas por alguien mas, me ganaron jajajaja...
Me suele gustar salir o hacer cosas sola, pero hoy no quería, pero a la falta como para no perder la costumbre, almorcé sola, y como nunca me dio bajón.
Pedí un encebollado con una porción de patacones, me senté con un chico que tenía cara de no importarle si me sentaba con él, ninguno dijo pío y terminó su almuerzo antes que yo, comí despacio esperando a que pase el tiempo.
Llegué a la oficina y seguía triste, me puse a pensar en todo, en que no tengo una amiga con quien compagine que pueda contarle mis cosas, que me escuche y sentirme acompañada en momentos como este, cuando tas! vibró mi celular, decía número desconocido, me sorprendió y solo respondí sin pensar.
Al contestar me saludó una voz gritando, "por qué no me respondes cuando te escribo" y yo no le reconocía, por un instante me quedé recordando la voz de todas mis amigas y nada, cuando le digo, con quién hablo?... casi me pega y mientras me gritaba un cierto sonidito me recordó la voz de esa mujer a la que tanto quiero, con la única que hemos vivido cosas al mismo tiempo, y con la única que hablo el mismo lenguaje, hasta en lo ingratas nos parecemos jejeje mi Male (cuanto te extraño mujer), aaaah escucharla me alegro tanto que todo el bajón que sentía se fue.
Ella estaba en las mismas que yo, y me llamó como si supiera que la necesitaba, nos necesitábamos.... Ahí es cuando me arrepiento de haber dicho que no tengo ninguna amiga con la que compagine, pues ella es mi amiga, solo que esta lejos y no puedo abrazarla...
Esa llamada alegró mi día.
la ingrata.
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Maullen todo lo que quieran...